Carta abierta al nuevo presidente AMLO

CMSC
California-Mexico Studies Center

CARTA ABIERTA DIRIGIDA AL PRESIDENTE ELECTO ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, LOS LEGISLADORES ELECTOS AL CONGRESO DE LA UNIÓN Y CONGRESOS ESTATALES, GOBERNADORES ELECTOS, LAS AUTORIDADES ELECTORALES Y LA OPINIÓN PÚBLICA:

Felicitamos a todos los candidatos triunfadores en las elecciones del pasado 1º de Julio, y muy especialmente al presidente electo Andrés Manuel López Obrador y al Partido Morena por su decisivo y amplio triunfo. El pueblo mexicano les dio un mandato claro de transformar al país y nos sumamos con entusiasmo a ese esfuerzo.

Las y los migrantes constituimos más del 25% de la población mexicana en ambos lados de la frontera. Somos casi 40 millones de mujeres y hombres que día a día viven, aman y contribuyen a su patria. Somos más de 12 millones los nacidos en territorio nacional y más de 25 millones los descendientes de mexicanos nacidos en el exterior. La gran mayoría de nosotros (98%) residimos en Estados Unidos, desde donde sostenemos fuertes lazos históricos y contemporáneos de toda índole con México.

Resumen Ejecutivo

Las mexicanas y mexicanos que residimos en otros países conformamos la nación mexicana en el extranjero. Somos en consecuencia un agente indispensable para el desarrollo justo, sano y democrático del país.

Por lo mismo, basándonos en la experiencia acumulada luego de años de trabajo con y para las comunidades migrantes en el extranjero y en territorio nacional, quienes suscribimos esta carta ofrecemos las siguientes propuestas con el objetivo de contribuir a establecer una nueva relación del Estado Mexicano con su diáspora:

  • Crear el Instituto Nacional sobre Políticas Públicas de Atención a Mexicanas y Mexicanos en el Extranjero (INPAMEX). El Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), ya cumplió su ciclo y debe ser reemplazado.  
  • Impulsar el respeto y protección de la dignidad y derechos humanos de las y los migrantes como principio fundamental de la política exterior mexicana.
  • Reconocer y acrecentar el valioso capital humano que representan las y los migrantes para el bien de sus regiones de origen y de México.
  • Incorporar a los libros de texto gratuitos la historia y actualidad de la nación mexicana en el extranjero, en la extensión y calidad de contenido que demanda.
  • Establecer incentivos fiscales y de apoyo financiero que detonen el gran potencial de inversión, ahorro y comercio que representa nuestra diáspora.
  • Promover en el mundo al pueblo mexicano sin fronteras mediante la diplomacia cultural.
  • Establecer políticas apropiadas y viables de atención a las y los Dreamers, personas repatriadas, familias de migrantes, y sus comunidades de origen. Llevar a cabo lo anterior en estrecho diálogo con ellas y ellos.
  • Contribuir a la resolución por vía legal del problema sin precedente que representa más de medio millón de menores estadounidenses que se encuentran en México en una especie de exilio forzado, debido a la deportación de sus padres indocumentados.
  • Fortalecer a través del Instituto Nacional Electoral la educación cívica y participación política, así como el sentido de identidad y pertenencia de las mexicanas y mexicanos en el exterior, asignando al respecto el porcentaje presupuestal equivalente a lo que se gasta para objetivos similares en territorio nacional. 
  • Reformar el voto extraterritorial a fin de hacerlo un instrumento de educación cívica y un ejercicio constitucional más amable y atractivo. Así mismo, legislar la representación de la diáspora mexicana en el Instituto Nacional Electoral mediante la elección de una Consejera o Consejero que resida fuera del país.  
  • Legislar la representación política de las mexicanas y mexicanos en el exterior en el Congreso de la Unión y Legislaturas estatales.
  • Reformar la Ley de migración, entre otras razones, para documentar de la manera que sea requerida por leyes nacionales y acuerdos o tratados ratificados por México, el tránsito de migrantes por territorio nacional.  
  • Declarar a México tierra de refugio para quienes huyen de la violencia, amenazas de muerte, persecución y desastres naturales. Por ninguna razón Mexico hará el papel de “la migra” para Estados Unidos.
  • Cooperar con las sociedades y gobiernos de América Central para dar conjuntamente respuesta a las causas que motivan la migración masiva.
  • En pleno ejercicio de la soberanía, dar a México la seguridad, paz y calidad de vida que reclama y merece. “La Patria es primero”.

 

México nos importa y nos necesita, y nosotros debemos importarle a México y lo necesitamos urgentemente. Los destinos de México y de su diáspora se entrelazan y complementan, especialmente en estos tiempos de grandes retos en el que ambos somos blanco de ataques del gobierno de estados Unidos y fuerzas sociales nativistas y racistas. Démosle a nuestro destino compartido la visión estratégica que demanda.

Desde el aspecto económico, solo en 2017 enviamos a México más de 28 mil millones de dólares en remesas, lo que representa alrededor del 2.3 % del PIB nacional. Los dólares que mandamos son la primera fuente de divisas del país, superando al petróleo y al turismo. Las remesas son, en muchos casos, el mayor pilar económico más importante en grandes regiones del país.

Nuestras remesas juegan el papel de fuente de paz y mejor calidad de vida para millones de familias mexicanas. Ellas han servido para iniciar más de 400,000 micronegocios y permitir que millones de mexicanos puedan adquirir alimentos, educación, medicinas, vivienda, etc. El efecto multiplicador de las remesas es vital para la economía. Más de 14 millones de mexicanos en territorio nacional se benefician del trabajo de organizaciones de mexicanos en el extranjero mediante el programa “3X1” e iniciativas de ayuda directa.

Todas estas contribuciones a nuestro país de origen se han dado a pesar de que desde el 2005, y peor aún a partir de 2017 – con el inicio del gobierno abiertamente xenófobo y racista del presidente Donald Trump – los migrantes que residimos en Estados Unidos hemos enfrentado una nueva y feroz ola de hostilidades y ataques auspiciada por el gobierno federal y por muchos estados bajo el control del Partido Republicano, que buscan criminalizar y deportar a los migrantes, negarle asilo a los refugiados, y estigmatizar y discriminar a la población Latina, y en particular a la comunidad mexicana.

La ola antiinmigrante en EEUU ha llevado a la violación masiva de los derechos humanos de migrantes y refugiados en busca de asilo, al encarcelamiento y separación forzada de niños y familias, a deportaciones masivas sin debido proceso, a abusos de toda índole e incluso asesinato de hombres y mujeres por el único delito de buscar una vida mejor y segura para sus familias. Estamos bajo un gran asalto y requerimos de la urgente solidaridad, firme, abierta, y sostenida, del gobierno y la sociedad mexicana.

Cientos de miles de familias se han visto separadas y más de 2 millones de mexicanas y mexicanos han sido deportados desde el 2006 a la fecha, como resultado de políticas draconianas de las administraciones de Bush y Obama, y ahora peor bajo la administración de Trump.

A lo anterior habría que añadir una tragedia humana sin precedente: la presencia en México de más de medio millón de niñas, niños y adolescentes nacidos en Estados Unidos, es decir, ciudadanos estadounidenses, que llegaron a México en un exilio forzado debido a la deportación de sus padres indocumentados.

Ellas y ellos residen ahora en un país que no conocen y que es en muchos casos omiso y hostil hacia ellos. Llegan a aprender una lengua nueva, en un sistema escolar que, pese a todos los discursos, no está preparado para atenderlos y enfrentan trabas burocráticas innecesarias.

Al mismo tiempo, cientos de miles de Dreamers mexicanas y mexicanos en EEUU, un verdadero tesoro de capital humano, viven bajo una permanentemente amenaza de deportación y cada vez más desprotegidos desde que DACA fue revocado por Trump.

A pesar de todo lo anterior, gracias al esfuerzo individual y a las luchas colectivas, las mexicanas y mexicanos en el extranjero hemos resistido los embates de la demagogia, la agresión, y la violencia luchando a diario por nuestra dignidad y derechos. Somos gente trabajadora y productiva, gente empeñada en superar la explotación a la que estamos sujetos y derrotar la xenofobia y el racismo.

Hoy como ayer, ha quedado de manifiesto que los migrantes somos ejemplo de perseverancia, de valores, lealtad y de superación. Somos nosotros la primera línea de defensa de México, somos nosotros la cara que el mundo ve de México. Somos las embajadoras y embajadores civiles de la nación mexicana.

Por lo mismo, y basados en la experiencia acumulada luego de años de trabajo con y para las comunidades migrantes en el extranjero y en territorio nacional, quienes suscribimos esta carta ofrecemos las siguientes propuestas con el objetivo de contribuir a establecer una nueva relación del Estado mexicano con su diáspora:

 

  1. Crear el Instituto Nacional sobre Políticas Públicas de Atención a Mexicanas y Mexicanos en el Extranjero (INPAMEX).

 

El modelo bajo el cual se creó el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) ha sido rebasado por los desafíos y oportunidades presentes. La estructura actual del IME no permitirá enfrentar los retos que nos vienen en el futuro cercano. Por lo mismo, proponemos la creación de un organismo público, con autonomía constitucional y presupuesto propio: el Instituto Nacional sobre Políticas Públicas de Atención a Mexicanas y Mexicanos en el Extranjero (IMPAMEX). Este organismo incluiría entre sus funciones:

  • Promover la creación de las leyes e instituciones en que debe cimentarse el reconocimiento de la nación mexicana en el extranjero y la nueva relación del Estado con su diáspora.
  • Asegurar que el Estado en su conjunto –Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los tres órdenes de gobierno, instituciones públicas como el Instituto Nacional Electoral (INE) y organismos civiles y autónomos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)- lleven a cabo amplios programas de atención y protección a mexicanas y mexicanos en el exterior.
  • Garantizar la participación de la diáspora en la creación y evaluación de políticas públicas dirigidas a migrantes, sus familias y comunidades de origen, con el propósito de que se creen las políticas que hagan falta y se cambien o fortalezcan las existentes.
  • Ver que el Estado promueva los derechos humanos, civiles, laborales, políticos y culturales de las mexicanas y mexicanos en el extranjero.
  • Impulsar la creación de una escuela de líderes, en la que participen estudiantes, trabajadoras y trabajadores, dirigentes sociales, profesionistas, y empresarias y empresarios.
  • Estar al pendiente de que los proyectos y programas de atención a las y los migrantes, sus familias y regiones de origen sean los requeridos y cuenten con presupuesto suficiente.

Dicho Instituto Nacional debería ser dirigido por una mexicana o mexicano residente fuera del país, quien fuera electo por el Senado de la República con base en candidaturas presentadas por las interesadas/os.

El organismo público a que nos referimos tendría un Consejo Directivo renovable periódicamente y compuesto en dos terceras partes por migrantes, y con participación equitativa de género y región de origen.

2.    Impulsar el respeto y protección de la dignidad y derechos humanos de las y los migrantes como principio fundamental de la política exterior mexicana.  

 

Sobre la base de la incorporación de los derechos humanos al texto de la Constitución, con fundamento en los tratados internacionales suscritos por México, y sobre todo en seguimiento a la vocación humanitaria de que la Nación Mexicana ha hecho gala al recibir a refugiados de distintas partes del mundo, es urgente hacer de los derechos humanos y sociales, así como de la seguridad humana, el centro de toda política pública, y en especial, el centro de la política exterior.

Los cambios en la dinámica migratoria en Norteamérica, la violencia, la explotación laboral y de recursos naturales, los impactos climatológicos y la agresiva política de Estados Unidos constituyen tan sólo algunos de los factores por los cuales México debe tomar la bandera de la migración y convertirse en defensor y promotor de la migración libre, segura y ordenada.

El liderazgo en este tema dará a México autoridad moral y poder de convocatoria a nivel internacional.

Por lo anterior, a fin de que el Estado logre atender este punto, es necesario:

Reformar la Ley de migración aprobada en 2011 para asegurar que todas y todos las migrantes en territorio nacional cuenten de manera rápida y expedita con la certidumbre jurídica que otorga el derecho a la identidad, a través del otorgamiento de documentos que avalen su calidad migratoria (cualquiera que esta sea). De igual forma, el reglamento de esta ley y sus lineamientos deberán revisarse y ajustarse para evitar que en la práctica anulen los aspectos positivos y progresistas de la misma.

Se deberá separar la administración de la ley de migración del tema de seguridad nacional.

Lo anterior a fin de visibilizar a los migrantes y evitar la vulnerabilidad que genera el que se encuentren sin documentos en territorio mexicano. Al dar a las y los migrantes en tránsito documentación migratoria se evitará que ellas y ellos sean presa fácil de abuso, extorsión, secuestro, trata, violación, tortura y asesinato por parte de la delincuencia organizada, e inclusive de autoridades coludidas con la misma.

 

  • Declarar a México tierra de refugio para quienes huyen de la violencia, amenazas de muerte, persecución y desastres naturales.
  • Diseñar una sólida estrategia legal, política y de comunicación a favor de las y los Dreamers a fin de que puedan permanecer en Estados Unidos y que su estatus migratorio sea regularizado. Una estrategia similar será necesaria a fin de lograr que se conozca y remedie el exilio forzado en que se encuentra más de medio millón de niñas, niños y adolescentes estadounidenses debido a la deportación de sus padres indocumentados. Según el Pew Hispanic Center, ellas y ellos representaban en 2015 el 80% de los estadounidenses que residen en México.
  • Ejercer liderazgo en la construcción de un nuevo marco institucional internacional que funcione en la realidad migratoria que vivimos en el siglo XXI.
  • Incrementar la presencia y liderazgo mexicanos en foros y organismos regionales y multilaterales enfocados en el tema migratorio.
  • Cooperación con gobiernos de países de origen, como los de Centroamérica, para atender de forma regional las causas que detonan la migración.

Expandir la red consular y potenciar el Servicio Exterior Mexicano:

  1. Otorgando mejores condiciones de trabajo, carrera y retiro.
  2. Aumentando el número de plazas.
  • Asignando plazas para migrantes mexicanos provenientes de comunidades con alto nivel de migración.
  • Incrementando los sueldos, y la contratación de mexicanos que radican en el exterior.
  • Evitando la práctica de contratación de empleados locales mal pagados.
  • Terminando el desvió y aumentando la transparencia del uso de recursos.
  • Eliminando la discrecionalidad en concursos de ingreso y ascenso, y en contratación de personal asimilado.
  • Creando la figura de “Interlocutor” (ombudsman) para la resolución de conflictos internos y/o vincularlo a la Quinta Visitaduría de la CNDH.
  • Incorporar a la población flotante, migrante y transmigrante al censo de población.
  • Otorgando mejores condiciones de trabajo, carrera y retiro.
  • Aumentando el número de plazas.
  • Asignando plazas para migrantes mexicanos provenientes de comunidades con alto nivel de migración.
  1. Incrementando los sueldos, y la contratación de mexicanos que radican en el exterior.
  2. Evitando la práctica de contratación de empleados locales mal pagados.
  3. Terminando el desvió y aumentando la transparencia del uso de recursos.
  • Eliminando la discrecionalidad en concursos de ingreso y ascenso, y en contratación de personal asimilado.
  • Creando la figura de “Interlocutor” (ombudsman) para la resolución de conflictos internos y/o vincularlo a la Quinta Visitaduría de la CNDH.
  1. Incorporar a la población flotante, migrante y transmigrante al censo de población.Aproximadamente 1 millón de profesionistas con títulos universitarios de licenciatura, maestría y doctorado radica en el extranjero. Este capital humano debe ser repatriado con incentivos de buen empleo y/o involucrados en el desarrollo del país desde EEUU.

     

    Los conocimientos de ellas y ellos, las lecciones de vida, las buenas prácticas cívicas y la visión adquirida en otros países, junto a las de millones de trabajadoras y trabajadores migrantes, representan sin duda un invaluable activo para el adelanto justo y democrático de México.

     

    Por lo anterior, proponemos:

     

    1. Incrementar los Intercambios entre estudiantes, académicos, profesionistas, dirigentes sociales, y empresarios con sus contrapartes en México. Dichos intercambios tendrían como objetivo crear y enriquecer el capital humano dentro de México y entre sus comunidades en el exterior.
      1. Promover en el mundo al pueblo mexicano mediante la diplomacia cultural.Negociar con más países los permisos de estudio y trabajo de corta estancia para que jóvenes universitarios de todas las regiones y estratos socioeconómicos, tengan oportunidad de aprender otros idiomas y conocer otras culturas y formas de trabajo, durante períodos de hasta 18 meses y bajo condición de regresar a estudiar y trabajar en Mexico.

        Reconocer y acrecentar el valioso capital humano que representan las y los migrantes para el bien de sus regiones de origen y de México.  
        Aproximadamente 1 millón de profesionistas con títulos universitarios de licenciatura, maestría y doctorado radica en el extranjero. Este capital humano debe ser repatriado con incentivos de buen empleo y/o involucrados en el desarrollo del país desde EEUU.

         

        Los conocimientos de ellas y ellos, las lecciones de vida, las buenas prácticas cívicas y la visión adquirida en otros países, junto a las de millones de trabajadoras y trabajadores migrantes, representan sin duda un invaluable activo para el adelanto justo y democrático de México.

        Por lo anterior, proponemos:

         

        1. Incrementar los Intercambios entre estudiantes, académicos, profesionistas, dirigentes sociales, y empresarios con sus contrapartes en México. Dichos intercambios tendrían como objetivo crear y enriquecer el capital humano dentro de México y entre sus comunidades en el exterior.
        2. Negociar con más países los permisos de estudio y trabajo de corta estancia para que jóvenes universitarios de todas las regiones y estratos socioeconómicos, tengan oportunidad de aprender otros idiomas y conocer otras culturas y formas de trabajo, durante períodos de hasta 18 meses y bajo condición de regresar a estudiar y trabajar en Mexico.
        3. Dar un nuevo impulso a los programas de apoyo educativo a las mexicanas y mexicanos en el extranjero, desde el nivel básico hasta el universitario.
        4. Impulsar becas para que migrantes regresen a estudiar en instituciones mexicanas.
        5. Asegurar la movilidad educativa mediante apoyo suficiente e imparcial de CONACYT y del Sistema Nacional de Investigadores.
        6. Incluir en los libros de texto gratuitos la historia y actualidad de la nación mexicana en la diáspora, a fin de que se conozca y valore en toda su dimensión lo que ésta es y significa para todas y todos sus ciudadanos.
        7. Reformar leyes fiscales, crediticias y comerciales con el propósito de ofrecer a mexicanas y mexicanos en el exterior trato e incentivos similares o mejores a los otorgados a inversionistas y empresas extranjeras.

      Hacer de la cultura mexicana, tanto la generada en territorio nacional como fuera de él, un pilar del sentido de identidad y pertenencia. La cultura es uno de los rostros más reconocidos, dignos y apreciados de México en el exterior, y constituye la mejor herramienta para contrarrestar a aquellos que buscan denigrar al país y a sus migrantes.

      Al respecto, sería necesario crear un instituto de promoción de la cultura mexicana, sus lenguas y sus expresiones artísticas en el exterior. Este instituto se constituiría como un organismo público, con autonomía constitucional y presupuesto propio.

       

      1. Ver por las personas repatriadas, las familias de las y los migrantes y sus comunidades de origen, por ejemplo, a través de:  

       

      1. Atender a los cientos de miles de migrantes deportadas y deportados, así como a niñas y niños no acompañados que son repatriados, y a familias separadas por deportaciones, particularmente a menores que se quedan sin sus padres.

       

      1. Establecer un programa nacional de salud mental diseñado para personas, familias y comunidades ligadas a la migración, programa que tendría como base investigaciones y análisis nacionales sobre los impactos negativos y positivos de la migración.

       

      1. Desarrollar un programa de reinserción efectiva no solo para los que sean deportados, sino para los que decidan regresar y para los que decidan retirarse en México.

       

      1. Reformas al voto en el extranjero.

       

      Modalidad. – El voto extraterritorial podrá ser ejercido por correo postal, correo electrónico, mediante aplicaciones o llevando personalmente la boleta a Embajadas y Consulados de México.

      Universo de votantes. – Se simplificarán los trámites y podrán votar quienes tengan credencial con fotografía expedida por el Instituto Nacional Electoral (INE), pasaporte o matrícula consular.

      Debates. – El INE organizará un debate de las candidatas/os a la presidencia para que den a conocer su visión sobre la nación mexicana en el extranjero y su respectivo programa de gobierno sobre el tema migratorio en sus diversas facetas e impactos sobre México, así como en la relación con países de origen y de destino, y organismos correspondientes de la OEA y la ONU.

       

       Programas del INE. – De manera similar a los que hace en territorio nacional, el INE acordará con representantes de la diáspora programas dirigidos a fortalecer la educación cívica y participación política, así como el sentido de identidad y pertenencia de las mexicanas y mexicanos en el exterior. Actualmente el presupuesto del INE para atención a la diáspora no corresponde, con base en la población y derechos de ciudadanía, al que se gasta en territorio nacional. Existe por lo mismo una discriminación que debe corregirse, tanto por el INE como por el Congreso de la Unión. Lo mismo debe hacerse en los Estados de la República. La educación cívica y política, así como el sentido de identidad y pertenencia de las mexicanas y mexicanos en el extranjero tienen un alto valor estratégico para la nación mexicana y sus instituciones democráticas de gobierno.

       

             Representación en el INE. – Incluir en el Consejo General del INE en calidad de consejera/o a una mexicana o mexicano residente fuera del país, quien tendría como responsabilidad prioritaria lograr que se lleve a cabo lo mencionado en el párrafo anterior.

       

       

      1. Representación política de las mexicanas y mexicanos en el exterior en el Congreso de la Unión y legislaturas estatales.

       

      En el periodo 2012-2018, el 25 por ciento de la población mexicana, la que reside en el extranjero, no tuvo legisladoras ni legisladores en el Congreso de la Unión.

       

      Por lo mismo, será necesario crear una circunscripción electoral que garantice la representación en el Congreso de las mexicanas/os en el extranjero y su derecho a votar y ser votados, o bien, establecer en la ley que cada partido político reconocido por el INE incluirá por lo menos a una mexicana/o residente fuera del país entre los ocho primeros lugares de su lista plurinominal de candidatas/os al Congreso por cada circunscripción electoral. Ellas y ellos formarían el núcleo legislativo en el Congreso para dar contenido a la nueva relación del Estado con las comunidades mexicanas en el exterior, así como para hacer más benéfica la relación de México con países de residencia, especialmente con Estados Unidos.

       

      Con base en la experiencia de Estados que ya lo han hecho, legislar la representación política de oriundas y oriundos en las legislaturas estatales.

       

      1. Dar a México la calidad de vida, seguridad y paz que se merece.

       

      Desde hace ya más de diez años las mexicanas y mexicanos en el extranjero hemos sido testigos, si es que no víctimas, de la devastadora guerra contra el narcotráfico y la migración indocumentada que tiene lugar en el país. Al respecto, estamos convencidos de que México no tiene por qué llevar a cabo algo que no se hace en Estados Unidos, donde se consume la mayor parte de las drogas producidas en México o que son transportadas por territorio nacional: sacar a las calles a policías, militares y marinos para enfrentar a balazos a la delincuencia organizada. En consecuencia, la cooperación con Estados Unidos debe tener como fundamento ver a las drogas como un problema de salud y no de seguridad nacional; como un tema de prevención y no de cárceles y guerra.

      Por otro lado, las y los mexicanos en Estados Unidos estamos enfrentado desde hace también más de diez años, pero solos y desprotegidos, sin contar con el apoyo fuerte y decidido de los gobiernos mexicanos hasta la fecha. Los embates de cada vez más feroces persecuciones y ataques a nuestra dignidad, nuestros derechos humanos, sociales, y laborales, y nuestra integridad y tranquilidad familiar.

      Presidente Lopez Obrador y legisladores electos: requerimos urgentemente de ese apoyo y creemos que el nuevo gobierno que ustedes encabezarán puede y debe darnos la atención que lamentablemente no hemos tenido en gobiernos anteriores.

      Solo juntos podemos enfrentar con éxito los grandes retos que tenemos en frente.

      México nos importa tanto como a las ciudadanas y ciudadanos en territorio nacional. Los destinos de México y de su diáspora se entrelazan y complementan. Démosle a nuestro destino compartido la visión estratégica que demanda.  

      Mexicanas y mexicanos residentes en el extranjero y colegas en México que suscribimos esta Carta Abierta (*):

      Prof. Armando Vázquez-Ramos, Fundador y Presidente del Centro de Estudios California-México, Universidad Estatal de California en Long Beach, Long Beach, CA

      Dr. Gonzalo Santos, Kern County Coalition for Citizenship, Bakersfield, California

      Dr. Juan Manuel Sandoval Palacios, Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras (DEAS-INAH), Ciudad de México

      Xóchitl Bada, Associate Professor, Latin American and Latino Studies Program, University of Illinois at Chicago, Chicago

      Ma. Esther Barber, Asociación Cívica Mexicana de Indiana, Indianápolis, IN

      Jorge Luna, Prevención, Capacitación y Defensa del Migrante, Little Rock, AK

      Carlos Ortiz, Representante de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero, Sección Unión Europea, Zúrich, Suiza

      Luis Pelayo, Concilio Hispano, Chicago, Illinois

      Raúl Ross Pineda, periodista y miembro fundador de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero, Chicago, Illinois

      Carlos Salazar, Miembro de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero, Quebec, Canadá

      Mtra. Yolanda de Garay, Consultora en temas de trata de personas, Ciudad de México

      Primitivo Rodríguez Oceguera, miembro fundador de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero, Ciudad de México

       

      Martha Montero-Sieburth, Naarden, Paises Bajos, Europa

      Sara Yaneth Fernandez Moreno, Medellin, Antioquia, Colombia

      Luz Vazquez-Ramos, Long Beach, California

      Dr. Jose Prado, Profesor universitario en Los Angeles, California

      Sheila Salinas, Los Angeles, California

      Erika Valencia, Empresaria en Long Beach, California

      Carolina Aguilar Roman, Los Angeles, California

      Lidieth Arevalo Hernandez, Long Beach, California

      Dr. Enrique G., Murillo. Jr., Administrador universitario en San Bernardino, California

      Angel Dorantes, University of Oregon, Eugene, Oregon

       

      Leticia Herrera Mendez, Thermal, California

      Nadja Giuffrida, Washington, DC

      Maria Valencia Chacon, Rancho Cucamonga, California

      Andrés Fábregas Puig, Ajijic, Chapala, Jalisco, México

      Connie Rosales, San Bernardino, California

      Bradley Levinson, Bloomington, Indiana

      Sandra Cid, Tampico, Tamaulipas

      Maria D. Ortiz, San Bernardino, Ca

      Ricardo Peltier San Pedro, Ciudad de Mexico

      Roberto A. Aguilar, Stockton, California

      Martha Beatriz Mata Ramirez, Cuernavaca, Morelos

      Miguel Arenas, Signal Hill, CA

      Marta Sánchez, Wilmington, North Carolina

      Yahaira Castro, Laredo, Texas

      Isabel Torres, Corona, California

      Alvaro Ochoa-Serrano, East Los Angeles, CA

      Luis Manuel De la Teja Aguilar, CDMX

      Rosie Orbach, Burbank, California

      Cristy Garcia de Burton, California

      Hilda Rivera, Fullerton, California

      Andres Medrano Fregoso, Riverside, California

      Jesús Martín De la Rosa Cruz, Ciudad de México

      Celina Becerra, Guadalajara, Jalisco

      Miguel Vigil Lopez, Norwalk, California

      Julio Cesar Guerrero, San Antonio, Texas

      Mario Alberto Nájera, Guadalajara, Jalisco

      Flavio Campos, CDMX

      Alberto Carrillo Cázares, La Piedad, Michoacán, México

      Francisco Javier Guerrero Mendoza, Ciudad de México

      Anita Hernandez, Riverside, CA

      Jesus Ortiz, San Diego

      Pilar Paz Román, Ciudad de México

       

      *Nombre, organización a la que pertenecen (sólo para propósito de identificación) y lugar de residencia.

      Para ver la carta completa, click aquí.

Share this post :

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Latest News
Categories